Crónica Transvulcania 2014: La Palma resiste

A ver lo que sale de este teclado, por suerte o por desgracia ya tengo experiencia en este tipo de crónicas que acaban antes de que termine la carrera. No es muy agradable profundizar en la desgracia propia, la ajena siempre nos resulta más atractiva. Normalmente uno tiende a marcar distancias con aquellos recuerdos que no son del todo gratos, así que hacer crónica del fracaso es un ejercicio un poco masoquista, saludable, pero masoquista.

Por otro lado, el fin de semana se torció en un instante y durante dos horas, pero todo lo que rodeó esos malos momentos fue puro disfrute. Uno tiene la mala costumbre de acordarse más de las penas que de las alegrías, pero lo cierto es que para nada borraría de mi cabeza esos cuatro días en La Palma.... y mucho menos de mi blog.

Días previos

A diferencia de otras ocasiones, no me dio tiempo de plasmar en el blog lo que fue pasando en la previa de la carrera. En Twitter y Facebook sí fui postureando lo que pude, pero me gusta que las cosas queden escritas en este diario que poco a poco se está convirtiendo en el libro de mi vida, al menos de parte de ella.

Siete historias de la Transvulcania a punto de escribirse

No me privé de nada, comida, piscina, familia, amigos... si me hubiera controlado un poco posiblemente habría llegado mejor a la salida, sobre todo de estómago y sueño, pero este es el modo que tengo de entender esta afición y de otro modo no me dedicaría a corretear por el mundo. Cuando voy a un sitio, voy con mi familia y trato de disfrutarlo al máximo, casi como si no hubiera carrera.

Tampoco voy a liarme a contar todo lo que hicimos, creo que con unas pocas fotos queda bastante claro.



Faro de Fuencaliente - Los Canarios (km 6,1): El salto de la reja

La llegada al Faro de Fuencaliente fue de lo más engañosa, un viento fortísimo y frío hacía que la mayoría buscásemos refugio bajo las paredes de su estructura, éstas permitían protegerse un poco de su constante golpeo. Gracias a eso (todos terminábamos en el mismo sitio) nos fuimos encontrando algunos de los amigos que estábamos en La Palma y salieron fotos como esta.

Sergio, el que escribe, Ángel, Gerardo y Antonio
Al fondo la multitud de corredores y frontales

Ambiente espectacular, una marea de corredores y público de madrugada en un sitio que, por lo menos para los foráneos, es como estar en el fin del mundo. Ángel y yo nos colocamos bien entre la gran masa de participantes y perdimos al resto de la expedición. Estos momentos son ya de cada uno, por delante nos esperan muchas horas de peregrinación solitaria dentro de un torrente de gente. En ese momento estoy menos nervioso de lo que pensaba, ilusión y ganas de iniciar la aventura es lo único que siento justo antes de empezar a correr.

Suena AC/DC, se da la salida y arranca una estampida de más de 2000 corredores mientras los flashes iluminan aún más la noche. Espectacular la empinada subida hasta el faro, damos la vuelta a sus alrededores y enfilamos el sendero pero ¡upsss! nos quedamos parados. Meter a 2000 personas por un sendero en el que caben sólo dos es muy complicado, pero si además la gente que viene detrás escala por los lados del camino, tirando piedras a los que quedamos debajo, destrozando zonas por las que no deberíamos pasar y colapsando la vía cuando se reincoporan a la misma, la escena es espectacular pero totalmente caótica.

¿Sendero?¿Qúe sendero?
#MAL

Supongo que muchos lo ven como una de las atracciones de la carrera pero a mí me pareció una burrada y, como suele decirse vulgarmente, "me cortó el rollo". Unos 21 minutos para hacer el primer kilómetro, 8 minutos para recorrer ¡110 metros! (6 de ellos parado). El tiempo me daba igual, lo que me agobió fue la actitud de la gente, demasiada tensión.

Salto de la reja de Almonte, evento hermano
FOTO: 20minutos.es

A partir de ahí lenta marcha por un camino abarrotado de gente que no permitía ir a tu ritmo, eso sí, siempre había alguien que te adelantaba y se ponía justo delante tuyo. Daba ganas de decirles "¿De verdad crees que no puedo ir más rápido que esto?" Media hora después seguían uno o dos puestos delante ¿?

En primer plano, bien abrigadito
FOTO: 7KRAID Trail - Toñi Cruz

A esto añadimos la gente que corría el medio maratón, salían 30 minutos más tarde que nosotros pero, teniendo en cuenta lo que tardabas en hacer el primer kilómetro y el cansino ritmo posterior, nos alcanzaron enseguida. Constantemente llegaban corredores estresados, con razón, pidiendo que los de la ultra nos apartásemos para poder avanzar.

Por suerte, después de una pista, que permitió que por fin se estirara la carrera, y de una dura subida, nos plantamos en el punto más emocionante de la carrera, sobre todo para los que no llegamos a la meta de Los Llanos. La entrada en Los Canarios es simplemente increíble, la calle llena de público dando ánimos y chocando manos un sábado de amanecida. Cualquier pensamiento negativo desaparece gracias a esa gente, simplemente brutal.


Los Canarios (km 6,1) - Las Deseadas (km 16,5): ¿Por qué la llaman así?

Nunca un lugar tuvo un nombre tan bien adjudicado, cuando durante 10 kilómetros te dedicas a ascender una gran duna de picón y arena negra, el punto de destino se acaba convirtiendo en obsesión.

Más aún si al salir de Los Canarios te das cuenta de que tienes una necesidad intermitentemente urgente de pasar por el servicio, debida principalmente a que despertarme a las 2 de la mañana ha trastocado totalmente mi momento "All-Bran". El caso es que en un paraje volcánico con poca vegetación no hay muchos sitios para parar en boxes, y cuando veía alguno parecía que ya no había tanta necesidad, así que se va aplazando indefinidamente la maniobra mientras de vez en cuando aguanto algún molesto pinchazo.

A excepción de ese contratiempo estoy muy bien, siguiendo una táctica de mínimo gasto energético. Voy muy a gusto con los bastones, a un ritmo tranquilo y por fin más relajado, sobre todo porque todo el mundo está menos excitado. Se habla y no se gruñe, todo un avance. Es lo que tiene llevar más de dos horas de ascenso, nos deja a todos suavecitos.

En este tramo ya ha amanecido completamente y nos deslizamos lentamente por unos paisajes volcánicos espectaculares hasta el "deseado" avituallamiento.


Las Deseadas (km 16,5) - Refugio de El Pilar (km 24,1): Soltando piernas

Uno llega a Las Deseadas y piensa que todo el monte es orégano hasta El Pilar, pero nada más lejos de la realidad. Justo al salir del avituallamiento, toca pasar unos repechos con poco tracción que si no llega a ser por lo bastones me hubieran dejado muy tocado. Aún corre la brisa fresca pero el sol empieza a mostrarse como el protagonista de la carrera.


Cuando por fin llegan las esperadas pistas descendentes, sincronizo de una vez por todas el lugar y las ganas para hacer una rápida parada técnica. La ventaja de correr en el campo es que cualquier sitio puede ser un baño y lo malo es que éste nunca es cómodo. Breve parón que me ayudaría a ir mejor unos cuantos kilómetros pero que no resolvería mis problemas intestinales. Siento que la crónica quede tan escatológica pero... así ha sido y así se lo estamos contando ;)

Entrando en El Pilar

Trote tranquilo por la pista, sin subir pulsaciones ni un segundo. Mientras recupero me pasan como balas los que van a terminar en El Pilar la media maratón y unos cuantos compañeros de la ultra.

Hablando con mi compañero de club Ivan Quintana en el refugio de El Pilar
FOTO: Conchy Roc Roc

La entrada en El Pilar vuelve a ser apoteósica, muchísima gente, speaker, música, meta de la media, avituallamiento con muchísimos voluntarios proactivos... entre tanto jolgorio uno de ellos me toca en la espalda y me dice "¿esto es tuyo?" mientras sostiene mi "huevo Kinder" con las capsulas de sales en su interior. No se llevó un beso de puro milagro. Golpe de suerte porque, tal y como estaba el día, hubiera preferido perder una pierna antes que las sales.


Refugio de El Pilar (km 24,1) - El Reventón (km 31,4): Aguantar las ganas

Empieza la única zona cómoda de la carrera, una pista con desniveles suaves que permiten correr. Al iniciar este tramo se me une Gonzalo Martínez, compañero en mil carreras bajo el sol. Estoy casi seguro de que la coincidencia de Antonio, Gonzalo y mía en una carrera, dará lugar algún día a un fenómeno atmosférico de nivel planetario, somos imanes para el calor y cuando nos unimos el efecto crece exponencialmente.

Gonzalo ya había sido dos veces finisher, y en esta edición completó el hat-trick, así que le voy preguntando y me aconseja que no me cebe en esta parte. Lo que viene es muy duro y muchos corredores se dejan unas fuerzas en este tramo que necesitarán más tarde. Así que no nos aceleramos y empezamos a avanzar en compañía durante muchos kilómetros.

En el avituallamiento nos mojamos bien la cabeza, bebemos y repostamos con tranquilidad para afrontar lo que se nos viene encima.


El Reventón (km 31,4) - Pico de la Nieve (km 40,3): Veo pilotos suicidas

Nunca había visto en una carrera gente volviendo al avituallamiento anterior porque no pueden avanzar hasta el siguiente, algo que en la Transvulcania parece habitual. Concretamente en este tramo era espectacular ver la cantidad de corredores que pasaban en dirección contraria a la tuya, incluso pocos metros después de empezar la ascensión.

Completar 9 kilómetros sin avituallamiento por este terreno, y bajo un sol que ya castigaba sin piedad, hay que hacerlo estando muy seguro. Ya son bastantes las horas que llevas en las piernas y esa distancia con los desniveles que estábamos salvando puede dar fácilmente para casi dos horas de marcha. De ahí que algunos corredores decidieran dar por terminada aquí su carrera.

Los consejos de Gonzalo surtieron efecto, al principio la gente arrancó con mucho ímpetu, pero a medida que pasaba el tiempo íbamos cazando corredores sin forzar la máquina.

Ya en este tramo noto que el avituallamiento se hace esperar más de lo que indicaba el rutómetro, algo que a partir de aquí empezaría a ser una constante.


Pico de la Nieve (km 40,3) - Pico de la Cruz (km 43,8): El oasis que no llega

En el avituallamiento sigue el goteo de abandonos, por mi parte bebo algo, meto codos para recargar la botella (cada avituallamiento era una pelea para llegar a la mesa a pesar de la asistencia perfecta de los voluntarios) y salgo rápido. Sólo hay algo más de 3 kilómetros hasta la siguiente parada... o eso creía.



El tramo se hace interminable, hay algún descanso pero seguimos subiendo, sigue haciendo mucho calor y el avituallamiento no llega. Repasando el track creo que me sale más de un kilómetro de diferencia. Relativamente poco desfase, pero cuando vas a 12 minutos por kilómetro y te has echado toda el agua por la cabeza pensando que ya estás cerca de repostar es una buena faena.

Cuando paramos se siente en el ambiente que ya hemos pasado lo más duro, me encuentro perfectamente, no siento ninguna flaqueza y estoy sorprendentemente fresco muscularmente. Sin embargo, el asalto al Roque de Los Muchachos iba a ser una tarea casi titánica.


Pico de la Cruz (km 43,8) - Roque de Los Muchachos (km 51) : Convertirte en yunque

Para mí esta fue sin duda la parte más dura, hace tiempo que no sólo hace calor sino que tampoco corre nada de aire. El terreno se vuelve incómodo, mucha piedra de grandes dimensiones, saltos y equilibrios con la Caldera vigilando amenazante a nuestra izquierda.

En un momento oigo la voz de una chica que dice "no debería haber mirado" y claro, no puedo evitar hacerlo. Es impresionante el desnivel, te marea hasta que acostumbras un poco la vista, un privilegio poder recorrer lugares así.

La gente va cayendo como moscas, algunos se quedan en lugares inaccesibles y tendrán que recogerlos por aire. Yo voy bien, sin duda aquí sí que notas el castigo, pero estoy fuerte y confiado.



Las últimas rampas hasta El Roque son durísimas, parece que nunca llegas a coronar, oyes los gritos de ánimo pero no hay forma de ver la dichosa cima. Ver de un lado para otro a efectivos de Protección Civil que atienden incidencias tampoco ayuda moralmente.

Últimos metros para coronar, esto sí costó.

Pisar la alfombra de control de paso de El Roque de Los Muchachos es sin duda otro de los momentazos de esta carrera, empañado un poco porque 10 metros después entras en una pequeña caseta oscura llena de montañeros sudorosos y hambrientos. La verdad es que esperaba algo más del avituallamiento principal de la carrera.

Pasada la caseta me encuentro con Marian e Iván, este último un poco cabreado porque nada más llegar se ha dado un buen golpe en la rodilla. Marian se sorprende de que, a pesar de tener pinta de venir de trabajar en una mina, estoy genial. El calor me tiene frito pero estoy perfecto de piernas y de moral, sólo queda aquella indisposición gástrica que trato de resolver sin éxito en uno de los dos baños químicos.

Con Luisa en El Roque

Cambio de ropa, más protector solar, doble remojón de la cabeza, comida, bebida, conversaciones con familia y compañeros... media hora rearmándome para atacar los últimos 22 kilómetros. En ese momento no tenía absolutamente ninguna duda de que iba a terminar, había ido muy tranquilo todo el camino y vaya si lo notaba, me sentía indestructible... había podido incluso con el calor... ¡qué iluso!


Roque de Los Muchachos (km 51) - El Time (km 62) : Muerte y destrucción

Me despido y pongo rumbo a Los Llanos, primero por un pequeño descenso por asfalto y después por una pista más incómoda. De repente aparecen unos repechos que no recordaba en el perfil, con el calor que hace decido seguir conservando, caminando al notar el más mínimo desnivel. Mi ritmo regular, mis palos y yo, un equipo ganador, fiable, duro... pero al parecer alguna tuerca se estaba soltando.



La bajada se inicia con mucha piedra, terreno técnico que puede desgastar, yo sigo a lo mío, muy tranquilo. Empieza a pasarme gente pero no hago ningún caso, el sol me pega pero soy indestructible, no hay problema. Hasta que pasado el kilómetro 55 noto un poco de nauseas, bajo el ritmo y un minuto después vomito ¡!

Me animo a mí mismo, mente fría, pienso que es la típica pájara, sé lo que tengo que hacer. Camino tranquilo, como, bebo... caminando se pasará, esto ya lo he superado antes... el sol sigue dando, no me recupero, sigo bajando ritmo. Dos kilómetros cuesta abajo los cubro en más de media hora y lo peor estaba por venir.

A partir del kilómetro 57, cada vez estoy más mareado, las nauseas siguen y tengo muchísimo calor. Algunos me preguntan si voy bien, otros me piden paso y los menos me golpean cuando me adelantan sin avisar. Luisa para a mi lado con su compañero valenciano y me recupero un poco, pero unos metros después vuelven las malas sensaciones. Protección Civil me deja una naranja pero eso y el agua, ya caliente, no resuelven nada.

La marcha se convierte en una tortura, el sol no tiene la más mínima piedad y me va machacando cada segundo que pasa, cada paso, cada arcada... y sigo sin recuperar. Una de las veces que me siento para vomitar pasa una pareja de chicos y uno de ellos dice "Hostia ¡si eres el del blog!", buenísimo, la única risa que me eché camino de El Time, muchas gracias por tratar de tirar de mi (literalmente).

Si los dos primeros kilómetros con nauseas habían sido penosos, los cuatro siguientes tardo más de ¡hora y media! en descenderlos. Llegando al avituallamiento me alcanza Sergio y ya allí me encuentro con Ale, me dicen que intente recuperar pero ese tren había pasado hace dos horas. La imagen allí era dantesca, llevaban mas de 200 intervenciones sanitarias y las camillas estaban ocupadas por corredores enchufados a botellas de suero.

Después de 61 kilómetros y más de 14 horas, allí iba a terminar mi aventura, no había forma de salir de ese pozo, es más, no quería seguir torturándome. No tenía ninguna necesidad de ponerme en peligro, Marian e Iván estaban esperándome y ese es siempre el objetivo principal, reencontrarme con ellos, a poder ser después de haber disfrutado de mi afición.

Epílogo

Casi todo el mundo me comenta que seguro que fue una decisión dura entregar el dorsal tan cerca de meta y después de tantas horas de pelea, pero la verdad es que fue sencillísimo. Pasarlo tan mal facilita bastante la tarea. Además, ya tengo muchas carreras en las piernas y sobre todo muchos entrenamientos en montaña, esta vez no fue como en la Transgrancanaria Advanced, donde con paciencia y comiendo iba escapando. Pasaban las horas caminando y no había forma de recuperarme, seguir hubiera sido físicamente una temeridad y aritméticamente, a ese ritmo, una estupidez.



Es una pena, sobre todo cuando veo en el mapa lo poco que faltó y después de comprobar lo bien que estaba al día siguiente, ni siquiera he tenido agujetas. La única secuela fue un fuerte dolor de cabeza la mañana siguiente, imagino que debido a la exposición al sol durante tantas horas.

La carrera es preciosa y hasta que se torció lo pasé increíblemente bien, nunca agonicé y disfrute cada paso hasta ese momento. Con eso me quedo, a pesar de la decepción es mucho lo que me traigo a casa.

En cuanto a la organización voy a decir algo que puede parecer contradictorio pero, desde la ignorancia de un novato en la Transvulcania, creo que la carrera debe reducir sus dimensiones para seguir creciendo. La predisposición, el trabajo y la actitud de todo el mundo es increíble, pero muchas veces se ve desbordada por la avalancha de participantes.

Meter a tantos corredores por lugares inaccesibles con un perfil tan duro es un esfuerzo logístico descomunal, casi imposible de cubrir con garantías. Mi sensación es que todo estaba perfecto pero para la mitad de corredores. Los senderos parecían autopistas, ganas el tener casi siempre compañía pero hay mucha tensión en los avituallamientos o en la salida. He visto escenas o respuestas a compañeros que no son propias de este deporte, o al menos de lo que debería ser y siempre fue.

No soy nada revanchista, de hecho nunca volví a la salida de mis dos abandonos anteriores, pero esta carrera quiero volver a hacerla. Me gusta, creo que se merece que vuelva a prepararla y que yo merezco ese paseo por lo Llanos que ha quedado pendiente. No sé si será el próximo año o en 2016, pero será, seguro.

Desde aquí agradecer de corazón el apoyo a toda la gente que ha estado detrás de mí en este reto, tanto antes de la carrera, como después de pegarme la castaña. En ustedes también se piensa en carrera y se trata de aguantar un poco más porque me transmiten que se alegran sinceramente cuando alcanzo mis objetivos, en la próxima ocasión espero no volver a fallar.

Esta vez Iván y yo no tenemos foto en meta pero ya estamos rumiando la vengaza... la Transvulcania no sabe que se ha metido con la "famiglia" equivocada.



Galerías de fotos (Actualizado 23/05/2014):
          7RAID Trail - Toñi Cruz
          Tony Pérez (parte 1, parte 2, parte 3)
          PREVEPAL (varias galerías)
          Yeray Lorenzo (varias galerías)
          Alexis Martín
          Carla del Moral
          Saúl Santos
          Ian Corless
          Kataverno
          Luis Cairos
          Victor Alonso
          Revista Trail
          MarchaDeportiva.com
          Federico Corbinelli
          KrisoK Photography
          Conchy RocRoc
          Mauro R.P.

Mi Transvulcania en Garmin Connect

Clasificación Ultra Maratón Tranvulcania 2014
Clasificación Maratón Transvulcania 2014
Clasificación Media Maratón Transvulcania 2014


Comentarios

  1. Te lo dije en su momento, gracias por compartirlo.Siempre digo que el límite está en volver a casa con la familia.Aprendo algunas lecciones .Salud y kms!

    ResponderEliminar
  2. Que pena esos problemas estomacales!!, lo tenias hecho!!! pero una retirada a tiempo es una victoria y la salud es lo primero. El próximo año ya te sabes el recorrido y vas con mas ganas si cabe. Un abrazo crack!!!

    Pd: Las cronicas de los dias que nos retiramos son igual o más interesantes que en las que llegamos, porque aprendemos muchas cosas... por ejmplo hoy contigo he aprendido que aunque vaya happy flower feliz de la vida no me fie ni un pelo porque la zancadilla te espera en cualquier esquina y cuando menos te lo esperas...

    ResponderEliminar
  3. Buenos días,
    Soy uno de los chicos de "hostia el del blog". Siento que no pudieses terminar, pero bueno quedan muchas carreras por delante. Te llevamos siguiendo por el Blog desde hace tiempo. Felicitarte por el mismo¡¡¡¡ Un placer leer tus crónicas y de gran ayuda para afrontar las carreras ( la crónica de la Transgrancanaria Advance la he leído varias veces ¡¡¡¡
    Para nosotros fue nuestra primera Ultra, el año pasado corrimos la corta y prometimos cruzar la alfombra roja este año.
    Un saludo y felicidades de nuevo por el blog¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  4. Hola Manuel, hice la carrera el año pasado y con tu crónica he revivido prácticamente las mismas imágenes que aquí describes.
    El nº de corredores era menor al de este año, y no tuve esos problemas en los avituallamientos, pero sí que viví la misma experiencia negativa en el embudo del faro de Fuencaliente.
    Creo que hay que limitar el nº de corredores, y aunque la Transvulcania, tiene un impacto en la isla muy positiva, creo que no tanto lo tiene en el medio por el que transcurre la carrera.
    Me ha encantado tu crónica y seguro que algún día coincidimos en la Transvulcania.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Nunca hay que privarse de esos caprichos, no somos profesionales y hay que disfrutar de todo. Y esas ganas de revancha están genial, ya verás cuando pases el control donde te quedaste, será una doble victoria.
    Lo dicho, mucho ánimo y a seguir dándole a la montaña!

    ResponderEliminar
  6. Estas crónicas hacen falta para que nos demos cuenta de que esto no es un juego, no es un paseo, ponemos el cuerpo bajo mucho estrés. Es curioso que no fuera avisando sino que todo se precipitara en pocos minutos. Golpe de calor?
    Buena decisión no obstante. Hay una excusa para volver.
    Lo de meter demasiada gente es el error de muchas carreras que triunfan y que acaban muriendo de éxito.

    ResponderEliminar
  7. Has tomado una buena decisión¡ Hay que ser muy valiente para meterse en esta gran aventura¡ Por delante de todo está la salud. La próxima lo bordas. Saludos ánimooo y enhorabuena por la carrera porque es un carrerón pegarse todos estos kilómetros¡¡¡

    ResponderEliminar
  8. Decisión acertada, este es un deporte muy duro y se cobra sus victimas. Ya tienes el motivo para volver.

    lo de meter 2000 corredores por esas sendas es algo demencial, las carreras por montaña deben tener un control de este punto pues es el mayor de los errores.

    En la próxima espero coincidir en la,salida

    ResponderEliminar
  9. Sin duda hay que saber abandonar una carrera y por suerte tú sabes cuándo hacerlo, no todo el mundo es capaz de tomar esas decisiones y por eso pasa lo que pasa.
    Enhorabuena por luchar hasta el final y por la fantástica crónica

    Por cierto, muy a mi pesar tendremos que evitarnos en carreras, allá donde vamos juntos hay calufón y no es plan :) aunque pensándolo bien, al carajo, que los pre y post carrera en forma de quedada son estupendos ;)

    ResponderEliminar
  10. Pues me parece una pena que tuvieras que abandonar pero hay cosas que no podemos controlar y a tí te pasó una de ellas. De todas formas hay una cosa que es incuestionable y és que llegaste a la carrera en condiciones más que óptimas y que, de no haber sido por el contratiempo estomacal, la hubieras acabado y lo hubieras hecho muy bien.

    Sé que a la próxima lo conseguirás. Un abrazo y ante todo, actitud positiva, en? ;)

    ResponderEliminar
  11. El cruzarme contigo es el peor recuerdo que me llevo de la Transvulcania. Al verte pensé, si yo voy al ritmo que suelo ir, ¿qué demonios hace Manuel aquí? Y claro, al verte la cara quedó todo muy claro. La verdad es que me fui del avituallamiento del Time bastante preocupado, aunque te quedabas en buenas manos.

    Es una lástima que no fueras finisher pero creo que tomaste la decisión correcta. Lo principal es disfrutar y aunque sufrir forma parte de esto tampoco hay que pasarse.

    Un abrazo crack, aunque habrá que ir poniendo fecha para la próxima quedada.

    ResponderEliminar
  12. Creo que fue la mejor decisión que podías tomar. Muy dura, además tan cercita de la meta y con todo lo que habías pasado, pero acertada. Hay que tener mucho respeto a este tipo de carreras, y tú lo tienes. Creo que hay mucha gente que participa en estas y no sabe exactamente a qué se está exponiendo.
    Supongo que la revancha será digna de leer.
    Ánimo!

    ResponderEliminar
  13. Lo de 21 minutos para hacer el primer kilómetro me ha dejado alucinada!!! y la foto lo resume todo!! increíble!! deberían pensar en hacer salidas escalonadas o por grupos si quieren cuidar esa carrera!
    Como bien dices, tienes mucha experiencia en carreras de montaña y muchos kilómetros en las piernas, no vivimos del deporte y tenemos familia, buena decisión y buena excusa para volver!!
    Me ha encantado la crónica y la foto de tu peque listo para la piscina es precioso!
    bss
    Tania

    ResponderEliminar
  14. Hola Manuel, el problema fue que no nos vimos y no te pude dar mi bendición antes de la salida....jajajaj....fuera de bromas, seguro que tarde o temprano tendrás esa foto cruzando la meta de Los Llanos con Iván. Yo lo volveré a intentar seguro...un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
  15. Bajo mi sombrilla19 de mayo de 2014, 19:22

    Manuel, siento mucho que esta vez hayas tenido que tomar una decisión tan difícil, pero la salud es lo primero, no vivimos de las carreras. Me alegro que al menos te hayas recuperado bien y tengas ganas de seguir intentándolo. Lo importante es aprender de los errores par no volver a cometerlos. En las pruebas de larga distancia en las que tenemos que comer y correr al mismo tiempo tiene un papel fundamental el sistema digestivo. Es importante llevar un control de la dieta antes, durante y después de las carreras.

    ResponderEliminar
  16. Ya habrá revancha, por supuesto que la habrá!
    Por ahora, debes estar orgulloso por ese recorrido que se merece sin duda el calificativo de fabuloso.
    Felicidades!
    http://www.cronicasmaratonytriatlon.blogspot.mx/

    ResponderEliminar
  17. Bravisssimo Manuel, claramente han dado con la famiglia equivocada. Volverás para sacarte la espina, no tengo la menor duda. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Me ha recordado mi abandono en 2013 en el Maratón de Madrid con los mismos problemas y cambiando el calor por frio. Estas cosas son las que no podemos contralar y las que más nervioso me ponen a la hora de salir en una carrera, mucho ánimo que no creo que te haga falta y seguro que el año que viene la terminas como merecías hacerlo en este.
    Tremenda envidia por lo vivido hasta el momento del abandono, Un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Escribir una crónica del día que haces MMP nosedónde es sencillo. Hay que ser bastante más valiente para hacer una crónica de una carrera en la que te retiras. Por eso me gusta esta crónica más que otras que leo.

    En cualquier caso, como todos sabemos que esto no quedará ahí ya estamos esperando el relato de ese día en el que volverás y cruzarás el Cabo de Hornos del km61.

    Un abrazo y enhorabuena

    ResponderEliminar
  20. Gran crónica Manuel, sobretodo por lo que enseñas. Al final dices "en la proxima ocasión espero no volver a fallar", para nada creo que hallas fallado, al contrario. Se aprende mucho de una experiencia así. Últimamente se ha puesto de moda esto de los ultras y parece que acaba siendo un cómodo paseo, pero puede haber complicaciones importantes y hay que saber torearlas. Enhorabuena por haber sabido hacerlo y tomar la decisión adecuada.

    Seguro que la próxima edición no se te resiste.

    ResponderEliminar
  21. Una gran crónica para un gran corredor, no se trata solo de físico y entrenamiento, hay que saber cuando hay que parar y valorar lo que es verdaderamente importante. Me parece una carrera durísima. Esto del ultratrail es algo muy serio aunque últimamente no lo parezca.
    Felicidades por al carrera y el esfuerzo

    ResponderEliminar
  22. Tremenda crónica Manuel!...Todo el apoyo del mundo porque debió de ser durísimo... (ya Luisa me había contado tu experiencia)... Un fuerte abrazo y ojalá nos veamos pronto

    ResponderEliminar
  23. Son cosas que pasan amigo Manuel, te quedas totalmente vacio y no vale la pena continuar... de hay los vomitos, amen de que tu cuerpo sufrio un golpe de calor... una pregunta tomaste un protector de estomago ante de la carrera, va muy bien para este tipo de pruebas.. ya que mezclamos muchas cosas en el mismo.

    ResponderEliminar
  24. Gracias Rafa, me lo han comentado varias personas así que queda apuntado para la próxima :)

    ResponderEliminar
  25. Magnífica crónica, Manuel. Siento mucho que tuvieras que retirarte pero estoy seguro de que volverás y cruzarás esa meta hasta con las manos atadas a la espalda. Un abrazo y sigue compartiendo vivencias con nosotros.

    ResponderEliminar
  26. Hola Manuel, disculpa la tardanza,
    enhorabuena por la crónica y sobre todo por la carrera, una retirada a tiempo es una victoria, hay que sufrir pero dentro de unos límites, no tienes que demostrar nada a nadie aunque se que el año que viene te sacarás esa espinita.
    un fuerte abrazo compañero

    ResponderEliminar
  27. El deporte de fondo es lo que tiene, surfeas la parte alta de la ola para verte depues hundido en las profundidades del mar. Por otro lado, en la montaña no está todo ganado cuando te encuentras pletórico ni todo perdido cuando te encuentras hundido. Lo mejor es que tienes la cabeza bien amueblada y la filosofia de esto clara. Yo también estuve allí y coincido con tus opiniones, gean blog el toyo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. Leo esto con retraso, lamento mucho tu abandono; pero ten fe que sabiendo analizar bien todo encontraras la forma de paliar esos malos momentos que siempre se presentan, y volveras de nuevo al campo de batalla para ganar esta guerra que aun no ha acabado.
    Y no tengas la menor duda que tal como se puso la cosa hiciste lo correcto, correctisimo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario