Tres maneras de revivir un Garmin (205)

Como ya saben durante este mes he tenido más de un problema con mi reloj GPS, concretamente un Garmin Forerunner 205. La verdad es que me ha ido genial con él, la batería murió hace un tiempo pero estaba en periodo de garantía y pude cambiarlo por otra unidad sin coste. Debo llevar más de cuatro años usándolo, así que teniendo en cuenta que en su día era de los más económicos está más que amortizado.

Sin embargo, estos últimos meses ha tenido algunos achaques que al final he podido resolver, por aquí dejo las soluciones o parches por si alguien se encuentra con uno de ellos.


El Garmin 205 no carga o carga e inesperadamente se para en carrera

Esto en un Garmin, y en casi cualquier reloj GPS, suena a batería muerta y cambio obligado de reloj ya esté en garantía (la marca lo cambia gratis) o no (cambio por un precio reducido).

Era un poco extraño porque a veces cargaba y otras no, hasta que se me ocurrió poner un peso encima del reloj durante la carga. En ese momento cargaba perfectamente, así que marchaba a correr confiado de que el problema era del cargador y... ¡zas! a los 200 metros ya se me había apagado. Era curioso porque otras veces pasaba después de 7 kilómetros, era totalmente aleatorio.

En el servicio técnico, donde ya me habían comentado que podía cambiar la unidad por unos 50 euros, nos advierten de que la carcasa está despegada y que por eso la batería a veces hace contacto y otras no. Solución: aplicar cola y ver que pasa, si sigue sin funcionar me lo cambiarían igualmente.

En rojo la zona donde hubo que pegar con cola

Diagnóstico acertado, una vez la cola secó nunca más se supo de los extraños apagados del reloj. En ningún momento me percaté de que las piezas estuvieran separadas pero si tirabas de ellas enseguida se abría el hueco.



No puedo pasar mis entrenamientos del Garmin al ordenador

Este problema lo tuve durante meses, de repente no podía subir los entrenamientos a Garmin Connect desde mi portátil. Ni a Garmin Connect, ni a la aplicación Training Center. El sistema no reconocía el reloj cuando lo conectaba, me permitía cargarlo a través de USB pero nada más.

Esto era una faena porque tampoco podía grabar rutas o sesiones de entrenamiento, para cualquier cosa que quisiera exportar o importar tenía que conectar el reloj a un Mac que tengo casa. El problema es que cuando viajo sólo llevo el portátil con el que trabajo y no podía hacer nada hasta el fin de semana.

Como las desgracias nunca vienen solas, un día el Mac petó y no me quedó otra que empezar a buscar en Internet una posible solución. Dando vueltas entré en un foro (no recuerdo cual) en el que decían que el problema podía venir por tener el programa Kies instalado.

¿Y qué es el Kies? Pues un programa tipo iTunes pero para los móviles Android de Samsung, lo instalé en el portátil porque Marian tenía un Samsung que le iba de pena y varias veces traté de trapichearlo desde el programa. La aplicación es lo peor, me iba muy lenta, me paraba el sistema,... pero ahí se quedó cuando ya no hizo falta.

Sin muchas esperanzas lo desinstalé y ¡tachán! el portátil reconoció por fin al Garmin 205. Un problema menos.


El Garmin no muestra la ruta en el seguimiento

Esto más que un problema fue una cagada mía. Hace un par de años hice una ruta en sentido inverso por error y, aunque el reloj no me avisaba si había perdido el camino, sí que me mostraba la línea a seguir y no tuve ningún problema.

Pensando en ese día, estas últimas semanas he hecho caminos de ida y vuelta sobre la ruta de la Transgrancanaria, medio entrenamiento iba en el sentido del track y la otra mitad en el sentido contrario. Pues bien, en todos esos entrenamientos había un momento en el que el reloj dejaba de mostrarme el camino, dejándome tirado y sin poder seguir.

Con el tiempo me dí cuenta de que siempre pasaba cuando iba en el sentido contrario al track. Mientras vas caminando el reloj no entiende que te estés saliendo de la ruta, pero en cuanto puedes correr un poco no le cuadra lo que estás haciendo y empieza a repintar la ruta dejando la pantalla en blanco.

No sé por qué aquella primera vez no tuve problemas pero el caso es que hay que llevar los tracks en el sentido que vas a hacer la carrera o se vuelve loco. Esto no está arreglado pero está entendido, habrá que ponerse a editar los tracks para hacer este tipo de cosas.


Y a pesar de todo...

Pues a pesar de todo me he comprado otro GPS, un Garmin Forerunner 310XT. Por un lado estaba perdiendo la confianza en el 205 aunque ahora mismo está perfecto, y por otro necesitaba un reloj con mucha más batería para ir a la Transvulcania.

Vaya, vino con chuches (de vainilla)

Ya haré una entrada dedicada al nuevo reloj, aunque antes (posiblemente mañana) publicaré el análisis de un hermano suyo que pude probar durante una semana.